martes, 3 de febrero de 2009


Hay momentos en la vida en que uno deberá mimarse y consentirse, cosa de conservar el equilibrio. Una buena manera puede ser cambiar de lugar por 23 días, y pasarse 22 horas de las 24 haciendo absolutamente nada. Por supuesto, se puede “nadar” de diferentes maneras. Una muy buena es calzarse una boina en la cabeza y arrojarse sobre la reposera de una residencia de la época colonial, con los pies sobre una pequeña baranda de más de 100 años para observar atentamente cómo el sol se cae en el mar. En resumen la paz de mis vacaciones.

1 Opiniones:

sebaa Opina

camiii.. en estos momentos estas intentando descifrar que tengo blog jaja..
y noo, no es un piercing jaja..

me gustoo bastante lo q escribiste, y tenes toda la razoon..
yo con 1 semanita me conformaria jaja
besoo cami..